...en los miles de kilómetros de costa Argentina?¿Qué esperamos para dejar de mendigar?
Suecia es el primer país en producir comercialmente energía de las olas
18 octubre, 2019 1 Comment
La mayor planta de producción de energía de las olas Seabased AB, en la costa oeste de Suecia, será la más grande del mundo y el primero en entrar en funcionamiento.
La mayor planta de energía de las olas va a producir su primer megavatio. El anuncio lo hizo Seabased AB, la compañía sueca que construyó el sistema en la costa oeste del país. A principios de 2016, la planta fue conectada a la red nacional a través de un cable submarino de 10 km de largo. La generación de energía de las olas se realiza aprovechando la energía mecánica generada por el movimiento de las olas. En el caso del sistema sueco, utilizará un convertidor de energía que actúa gracias a la elevación y descenso de un objeto flotante para hacer funcionar una bomba hidráulica.
Una tecnología con la que se está experimentando en Australia, donde su prototipo que pretende generar energía renovable y desalinizar agua simultáneamente aprovechando la energía de las olas.
El potencial de energía de las olas se estima en 29.500 TWh/año. En Europa tiene un potencial de creación de 20.000 puestos de trabajo para el desarrollo del sector de la energía marina hasta 2030.
Wavestar: nuevo sistema que
permite generar energía de las olas de forma ininterrumpida
4
septiembre, 2019 Leave a
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La
curiosidad de dos amantes de la navegación que, a fuerza de embarcarse, se
empeñaron en dar con la forma de aprovechar las “poderosas fuerzas bajo el
mar” está en el origen de Wavestar, una iniciativa pionera que permite
generar energía del oleaje de manera ininterrumpida y que lo hace
además con una resistencia única ante las adversidades meteorológicas que, en
muchas ocasiones, se han interpuesto en el aprovechamiento de esta fuente
inagotable de recursos.
Tras diez
años de investigaciones sobre la idea de Niels y Keld Hensen, Wavestar
respondió al reto de convertir en regular la captación de energía de olas que
se producen entre cada cinco y diez segundos, con un sistema de boyas en
hilera sumergidas que suben y bajan por turnos, lo que permite que la
captación energética no se detenga pese a la oscilación del oleaje.
Gracias a
un mecanismo hidráulico, la energía recogida por esas boyas se transfiere a un
generador que produce la electricidad. Además de lograr que fuentes fluctuantes
como son las olas produzcan energía de forma estable, este sistema plantea un
avance importante en cuanto a la seguridad de las estructuras, que están
equipadas con un sistema antitormenta que garantiza el mantenimiento de los
equipos en las condiciones meteorológicas más adversas.
“La
energía de las olas jugará un papel fundamental para asegurar la energía del
futuro, pero solo las máquinas que puedan soportar las tormentas más duras
podrán sobrevivir”, dicen
desde la empresa, que compró los derechos de la idea de los hermanos Hensen,
quienes continúan, ahora como consultores, apoyando el proyecto.
Pero
Wavestar no se contenta con este avance y aspira a sentar las bases de
verdaderos parques energéticos para el aprovechamiento de distintas fuentes de
energía sostenible. “Puede ser viento y olas, pero también energía
solar…”, avanza Laurent Marquis, responsable técnico de un proyecto que ve
su meta en la “construcción de los primeros parques en los que lo sistemas
de captación de energía del mar se ubiquen alrededor de aerogeneradores
eólicos. Si las olas y el viento se unen, todo el mundo gana”,
afirman.
Tras años
midiendo los resultados de su propuesta para incrementar la captación
energética de las olas del mar, Wavestar está reconstruyendo el sistema para
actualizarlo y aumentar su número de flotadores. Asimismo, la empresa ha
pedido el apoyo de la Unión Europea a través de su programa Horizonte 2020
con el objetivo de construir su primer prototipo a gran escala, para lo que se
ha constituido un consorcio del que forma parte la Universidad de Cantabria,
entre otras instituciones.
“Estamos
preparados para construir un sistema de grandes dimensiones”, sostiene en esta línea Marquis,
quien ve en la suma de distintas fuentes de energía sostenible la respuesta
energética del futuro. “Necesitamos aprender unos de otros. En vez de
competir, tenemos que estar juntos construyendo un nuevo concepto prometedor
para el futuro”.
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